Una estancia muy agradable, y tranquila. En cuanto a la casa, es un lugar acogedor, con todo detalle, las vistas son fantásticas. La limpieza y el buen trato está en todo momento presente. El desayuno es muy completo y con productos típicos de la zona. En cuanto a Pedro, el dueño, nos ha hecho sentirnos como en casa, cada día nos aconsejaba lugares que visitar y sitios donde comer y cenar, un buen guía, sin lugar a dudas! La ubicación es buena. Volveremos!