Hemos estado en esta casa rural y no tengo palabras para describir lo espectacular que es. Es una combinación perfecta de historia, elegancia y muchísimo mimo en cada detalle de la decoración. Se nota el cuidado y el buen gusto en cada rincón. Las vistas son simplemente increíbles, y estar allí es una experiencia super agradable, relajante y mágica. Destacar también el trato con Eva, la dueña y su familia, hacen que te sientas como en casa. ¡Sin duda, un lugar al que volveremos!